El intérprete de 'Corazón partió' decidió recurrir a la justicia para solucionar la situación: "Le dije (a su empleado) 'esta pelea la empiezas tú, pero la voy a ganar yo. Yo te voy a decir cuando se va a acabar", recordó el cantante español.
Alejandro aseguró que ambos eran personas de confiaza pues llevaban muchos años trabajando para él, incluso los consideraba como de su familia: "Me dolió y me sorprendió. Nunca pensé que la gente fuese capaz de determinadas cosas, de contar mentiras e intentar chantajearme. Era confiado", dijo.
Durante su proceso de divorcio, con la ahora esposa de Rafael Marquez, se dijo vulnerable por lo que estas personas se aprovechaban de él al grado de darle pastillas para dormir: "La mujer me ponía pastillas para dormir en la comida. De película de miedo, te lo juro", subrayó.
Pese a esta experiencia, Sanz aún sigue confiando en algunas personas: "Hay una cosa que tengo clara: Nadie me va a enseñar a desconfiar. Prefiero confiar y equivocarme a tener que vivir con el yugo del miedo", finalizó.
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